
El cabecilla criminal peruano rechazó ser extraditado y solicitó a la justicia paraguaya permanecer detenido en el penal de Emboscada, alegando que su vida corre peligro si regresa al Perú.
Un nuevo capítulo en la historia delictiva de Erick Moreno Hernández, alias “El Monstruo”, se escribe en Paraguay. Tras su captura el pasado 24 de septiembre, el líder de la organización criminal Los Injertos del Cono Norte sorprendió a las autoridades judiciales al pedir expresamente no ser extraditado al Perú y, en su lugar, cumplir prisión en territorio guaraní.
Durante su audiencia de identificación, Moreno afirmó que la Policía Nacional del Perú lo protegió en el pasado y que, de ser trasladado a Lima, su vida estaría en riesgo. También alegó problemas de salud graves, asegurando que sufre asma severa y que solo cuenta con un pulmón. No obstante, los jueces Clara Ruiz Díaz y Francisco Acevedo ordenaron su prisión preventiva en el penal de máxima seguridad Martín Mendoza, en Emboscada, mientras se resuelven los pedidos de extradición.
La justicia paraguaya evalúa además abrirle un proceso adicional por uso de documentos falsos, luego de que fuera detenido con un pasaporte y una cédula adulterados que lo identificaban como “Pierre Jesús Neciosup Rodríguez”. Según el comisario Luis Pisani, ambos documentos eran burdas imitaciones que carecían de medidas de seguridad y presentaban defectos visibles.
Mientras tanto, el Ministerio Público del Perú confirmó que ha solicitado su extradición en tres procesos distintos: por secuestro, organización criminal y extorsión agravada, además de la condena firme de 12 años que ya pesa sobre él por robo agravado. En total, el prontuario de Moreno acumula sentencias que superarían los 30 años de prisión.
Aunque el delincuente insiste en permanecer bajo custodia en Paraguay, las autoridades peruanas mantienen la presión diplomática y judicial para traerlo de regreso. Por ahora, “El Monstruo” se encuentra bajo estrictas medidas de seguridad en Emboscada, rodeado de algunos de los criminales más peligrosos de ese país, mientras su futuro se define en los tribunales internacionales.