
El Equipo Especial Lava Jato presentó su acusación formal en el caso Cócteles y ha solicitado 35 años de prisión para Keiko Fujimori por presuntos delitos de organización criminal, lavado de activos y obstrucción a la justicia.
La lideresa de Fuerza Popular enfrenta nuevamente el proceso más complejo de su carrera política, con un expediente que incluye financiamiento ilegal de campañas y aportes no declarados.
Mientras sus detractores celebran el avance judicial como un paso hacia la lucha contra la corrupción, sus seguidores lo califican de persecución política. El caso promete marcar un antes y un después en la escena política del Perú.