
Bambamarca, reina del ande,
coronada con el oro de tu sol,
con la plata de tu luna.
Tierra de auroras albas,
de noches brunas.
Un día pasé por tu suelo,
casualmente, y como buen poeta
me enamoré perdidamente;
y hoy estoy aquí
unido contigo para siempre.
Bambamarca, me has dado tanto
me has quitado un poco;
planta soy en tu suelo
donde eché profundas raíces.
Has tejido mi vida de variados matices
con amargores y dulzores diversos,
por eso, mi consentida Bambamarca,
mientras tenga un hálito de vida para ti siempre serán mis más sentidos versos.
Autor: Roberto Celis Santa Cruz.
Libro: Peregrinaje al Silencio.
Foto: William Rojas Luna