
Fue construida en 1889 por un arquitecto italiano. Para su construcción se emplearon miles de huevos ya que con ello se preparó una masa especial para unir las piedras de calicanto. El arquitecto no concluyó la obra y se marchó faltándole concluir las barandas.
En los últimos años con el transporte pesado se han venido resquebrajando sus bases y las barandas actuales desentonan con su estilo original.